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El 56,7% de la superficie de Gran Canaria soporta ya los efectos de la desertificación

El 56,7% de la superficie de Gran Canaria soporta ya los efectos de la desertificación LA GACETA
 

La isla está sometida a intensos procesos erosivos por la lluvia, el viento y el sobrepastoreo, que afecta de forma directa al deterioro de la vegetación y el suelo

MERCEDES RAMOS

LAS PALMAS DE G.C.– La Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias ha realizado un diagnóstico sobre el proceso de desertificación en Canarias en el que advierte que la isla de Gran Canaria acusa de manera “acuciante” el avance de la desertificación, ocupando el segundo lugar después de Fuerteventura en el Archipiélago, con un 56,7% de superficie sometida a la erosión hídrica y eólica.

Coincidiendo con el Año Internacional de la Lucha contra la Desertificación, el Ejecutivo autónomo ha encargado un informe específico, donde se evidencia que la intervención humana sigue jugando un papel central en los procesos de degradación ambiental, unido a factores naturales como la salinización de los suelos y sodificación natural, que afecta al 21% del Archipiélago. Es destacable que el 85% de este proceso se concentre en las islas orientales. La acción humana se pone de manifiesto en las “crisis de la agricultura tradicional, el uso abusivo e indiscriminado de agroquímicos, el sobrepastoreo y la utilización inapropiada del terreno”, cita el informe del Gobierno regional.

El sobrepastoreo, una consecuencia de la desaparición de extensas áreas de pasto y en otras ocasiones de una equívoca política de conservación animal, genera una fuerte degradación física causada por la compactación del suelo, provocada por el pisoteo del ganado y agravada al eliminar la elasticidad superficial que comunica una cubierta herbácea abundante, exponiendo el suelo a los efectos de los agentes erosivos. La cabaña ganadera caprina se condensa en Gran Canaria y Fuerteventura. Por su parte, las causas del aumento de las sales, señala el estudio, se explica por la acción de los vientos oceánicos, la cercanía a la costa y la alteración de los materiales geológicos antiguos que liberan grandes cantidades de sales que luego se acumulan en el suelo.

La desertificación es patente también por el incremento de la salinización en zonas irrigadas, “al emplearse agua de baja calidad en el riego de los cultivos y por los abuso de fertilizantes inorgánicos”, apunta el documento. También influye el “progresivo deterioro de las características físicas de los suelos, la reducción del área forestal y el creciente abandono de los sistemas agrícolas tradicionales”. A partir de este estudio, el Gobierno llevará a cabo un plan de acción para paliar este problema, que incluirá programas específicos de concienciación, en consonancia con el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación (PAND).


Fecha de Publicación: 23/10/2006 - 19:01:11
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