Medio Ambiente complementa la campaña de la pardela con charlas en todos los colegios de la isla
Fuerteventura/ La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo ha puesto en marcha una vez más la campaña anual para la localización de crías de pardela accidentadas, que estará complementada en esta ocasión con un programa de charlas educativas que impartirán tres monitores ambientales y un biólogo a los estudiantes de 3º y 4º de primaria de todos los colegios de la Isla.
Vigilantes de Medio Ambiente del cabildo y Agentes de Protección del Medio Natural de Medio Ambiente, en colaboración con la Policía Local, Guardia Civil y Protección Civil, se afanan desde esta semana en vigilar todas las zonas de cría en la Isla para neutralizar el furtivismo, al tiempo que tratan de localizar pollos deslumbrados o desorientados que pudieran haberse accidentado en el momento de abandonar el nido y comenzar a volar.
Estas acciones se complementan con la edición de 700 carteles de la ?Pardela Cenicienta? con instrucciones sobre cómo actuar en caso de encontrar una pardela accidentada, de los que ya se han repartido 200 ejemplares.
"En esta ocasión hemos querido potenciar el ámbito divulgativo de la campaña de la pardela, sin descuidar, claro está, el apartado de la vigilancia, que ha demostrado año tras año su eficacia con el rescate de decenas de pardelas accidentadas", explicaba la consejera del área en el Cabildo, Natalia Évora. La pasada campaña se saldó con un total de 95 pardelas atendidas, muchas de las cuales se utilizaron para ser devueltas a la naturaleza en sueltas organizadas con niños u otros colectivos.
Évora quiso pedir la participación ciudadana en la campaña, "tanto para avisar cuando aparece una pardela accidentada como en la denuncia del furtivismo". Las sanciones establecidas para los saqueadores de nidos pueden alcanzar los 600 euros.
Los contacto dispuestos en la campaña de la Pardela serán el Cabildo de Fuerteventura (928 862 300); Agentes de Medio Ambiente (626 928 371); Biodiversidad (928 533 602); y Seprona (928 850 503).
La pardela cenicienta (Calonectris diomedea) es un ave protegida con interés científico, su ciclo de vida no es demasiado largo y se reproduce una vez por año (un huevo por puesta). Esta campaña pretende cubrir el período en el que el desarrollo final del pollo corre mayor riesgo, ya que son presa fácil de ratas y gatos, el hombre los captura para aprovechar su grasa o como alimento y la contaminación lumínica los desorienta en su primer vuelo hacia el mar, chocando contra postes de luz, antenas, tendidos eléctricos, etc.
Desde Medio Ambiente se recuerda que cualquier persona que encuentre un pollo de pardela accidentado o desorientado debe ponerse en contacto con las respectivas policías locales, la Guardia Civil, los agentes y vigilantes de Medio Ambiente (a través del teléfono del
Cabildo: 928862300 o en los teléfonos 669767285 y 626982371), o bien a través del 112. Es importante que nunca se les proporcione alimento ni agua, ya que cuentan con unas reservas de grasa que les permite subsistir. Y, por supuesto, no hay que echarla a volar, ya que antes debe ser examinada por los técnicos para proceder a su recuperación.
Si es necesario trasladarla, se debe hacer en una caja de cartón agujereada, para que puedan respirar.
Al localizar una pardela ésta suele permanecer inmóvil en el suelo.
Cuentan con un pico muy afilado, por lo que si intenta picar es importante no retirar la mano de forma brusca para evitar cortes.
La pardela desarrolla su vida habitualmente en el mar, acercándose a tierra para la reproducción. Los adultos llegan en los meses de febrero y marzo para hacer un reconocimiento de los futuros nidos y prepararlos. Durante los meses de mayo y junio realizan las puestas, y permanecen en el nido hasta finales de agosto. El pollo suele abandonar el nido desde mediados de octubre a noviembre, período en el cual el pollo es Más vulnerable a los predadores.
Las pardelas cenicientas migran principalmente a las costas sudamericanas de Brasil, Uruguay y Argentina. El primer retorno al lugar de su nacimiento no suele producirse hasta que las aves alcanzan los cuatro años de edad. En época no reproductora se distribuyen desde el Golfo de Vizcaya y Gran Bretaña hasta las costas orientales americanas.
Las Islas Canarias son el lugar de paso de dos subespecies, aunque la más frecuente es la pardela cenicienta. Es importante diferenciarla de las gaviotas, ya que un número importante de los avisos que se reciben no son pardelas. La gaviota se diferencia visualmente por su mayor porte, su color es gris más oscuro y los agujeros del pico de la gaviota tienen una posición más lateral.
Estas acciones se complementan con la edición de 700 carteles de la ?Pardela Cenicienta? con instrucciones sobre cómo actuar en caso de encontrar una pardela accidentada, de los que ya se han repartido 200 ejemplares.
"En esta ocasión hemos querido potenciar el ámbito divulgativo de la campaña de la pardela, sin descuidar, claro está, el apartado de la vigilancia, que ha demostrado año tras año su eficacia con el rescate de decenas de pardelas accidentadas", explicaba la consejera del área en el Cabildo, Natalia Évora. La pasada campaña se saldó con un total de 95 pardelas atendidas, muchas de las cuales se utilizaron para ser devueltas a la naturaleza en sueltas organizadas con niños u otros colectivos.
Évora quiso pedir la participación ciudadana en la campaña, "tanto para avisar cuando aparece una pardela accidentada como en la denuncia del furtivismo". Las sanciones establecidas para los saqueadores de nidos pueden alcanzar los 600 euros.
Los contacto dispuestos en la campaña de la Pardela serán el Cabildo de Fuerteventura (928 862 300); Agentes de Medio Ambiente (626 928 371); Biodiversidad (928 533 602); y Seprona (928 850 503).
La pardela cenicienta (Calonectris diomedea) es un ave protegida con interés científico, su ciclo de vida no es demasiado largo y se reproduce una vez por año (un huevo por puesta). Esta campaña pretende cubrir el período en el que el desarrollo final del pollo corre mayor riesgo, ya que son presa fácil de ratas y gatos, el hombre los captura para aprovechar su grasa o como alimento y la contaminación lumínica los desorienta en su primer vuelo hacia el mar, chocando contra postes de luz, antenas, tendidos eléctricos, etc.
Desde Medio Ambiente se recuerda que cualquier persona que encuentre un pollo de pardela accidentado o desorientado debe ponerse en contacto con las respectivas policías locales, la Guardia Civil, los agentes y vigilantes de Medio Ambiente (a través del teléfono del
Cabildo: 928862300 o en los teléfonos 669767285 y 626982371), o bien a través del 112. Es importante que nunca se les proporcione alimento ni agua, ya que cuentan con unas reservas de grasa que les permite subsistir. Y, por supuesto, no hay que echarla a volar, ya que antes debe ser examinada por los técnicos para proceder a su recuperación.
Si es necesario trasladarla, se debe hacer en una caja de cartón agujereada, para que puedan respirar.
Al localizar una pardela ésta suele permanecer inmóvil en el suelo.
Cuentan con un pico muy afilado, por lo que si intenta picar es importante no retirar la mano de forma brusca para evitar cortes.
La pardela desarrolla su vida habitualmente en el mar, acercándose a tierra para la reproducción. Los adultos llegan en los meses de febrero y marzo para hacer un reconocimiento de los futuros nidos y prepararlos. Durante los meses de mayo y junio realizan las puestas, y permanecen en el nido hasta finales de agosto. El pollo suele abandonar el nido desde mediados de octubre a noviembre, período en el cual el pollo es Más vulnerable a los predadores.
Las pardelas cenicientas migran principalmente a las costas sudamericanas de Brasil, Uruguay y Argentina. El primer retorno al lugar de su nacimiento no suele producirse hasta que las aves alcanzan los cuatro años de edad. En época no reproductora se distribuyen desde el Golfo de Vizcaya y Gran Bretaña hasta las costas orientales americanas.
Las Islas Canarias son el lugar de paso de dos subespecies, aunque la más frecuente es la pardela cenicienta. Es importante diferenciarla de las gaviotas, ya que un número importante de los avisos que se reciben no son pardelas. La gaviota se diferencia visualmente por su mayor porte, su color es gris más oscuro y los agujeros del pico de la gaviota tienen una posición más lateral.
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