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La Asociación El Cloquido captura los ruidos y rumores del Jardín Canario

La Asociación El Cloquido captura los ruidos y rumores del Jardín Canario

Cartografías sonoras

DIEGO F. HERNÁNDEZ Aquí tenemos la cascada central, donde el agua golpea sobre sí misma y simula a la percusión como si fuera un redoble de tambores; en otro de los ramales, se escuchan los sonidos de la piedra y los sonidos del aire, cuando se forma la burbuja y se rompe, que según la profundidad y el caidero que hagamos, será más o menos grave. Espere que vamos a grabar esto". Es la música que brota de las diferentes cascadas que serpentean el Jardín Canario. Y el que da las explicaciones al periodista mientras busca hojas y trozos de madera con las que virar el curso del agua y alterar el timbre, es Eugenio Reyes, técnico del Jardín Canario, que se ha prestado a colaborar en las sesiones de grabación que los pasados miércoles y jueves estuvo realizando en este pulmón verde de la capital grancanaria Sergio Gómez, miembro de la Asociación Cultural El Cloquido.

Gómez, la fotógrafa Isabel Trani de la Llave y Eugenio Reyes junto a otros operarios del Jardín completaron en 48 horas las capturas de sonido en 30 puntos del recinto, al objeto de documentar los distintos ecosistemas que allí habitan. Unas grabaciones que permitirán ir construyendo en la página web de este colectivo, www.elcloquido.com, un mapa sonoro del Jardín Viera y Clavijo.

"Es una herramienta tanto para el canario como para el visitante con la que pretendemos poner en valor el patrimonio acústico del Jardín en particular y de Canarias en general y de esta manera ayudar a preservar el medio ambiente", explica Sergio Gómez, ingeniero aeronáutico. "Está claro que si no cuidamos estos espacios, perderíamos esos sonidos", sentencia.

Sonidos ambientales diurnos y nocturnos, de flora y fauna, de las distintas especies vegetales que pueblan la superficie del Jardín Canario, recogidos con una grabadora digital en localizaciones muy concretas como el bosque de laurisilva, en la Plaza de Viera y Clavijo, el Tagoror y el Alpendre, entre otros.

Previsiblemente, el catálogo sonoro del Jardín estará disponible en la web en el mes de septiembre, y el resultado, según sus responsables, será "un mapa sonoro no estático" fruto de las diferencias entre el día y la noche. "Los clips de audio se suben a una web con un mapa sonoro con base en Google Maps, de forma que cada marcador se abre y suena", apunta Gómez.

El proyecto del Jardín Canario es parte de una iniciativa más ambiciosa sobre la identidad sonora del Archipiélago. Según explica Sergio Gómez, "el mapa sonoro quiere retratar la identidad sonora de Canarias, que la encontramos en los paisajes sonoros, en el habla canaria, y las manifestaciones musicales a lo largo de la historia, y estas últimas derivan lógicamente de las dos anteriores.

’Marcas’ y ’Tónicas’

Tres parámetros con los que comenzaron a trabajar en marzo de 2010 y que les ha llevado a realizar en el último año capturas en todas las Islas con excepción de El Hierro. Las localizaciones no se eligen al azar sino que estos investigadores acústicos se han centrado preferentemente en lo que se denominan "tónicas" y "marcas sonoras". Las primeras se refieren a sonidos constantes como pudiera ser el mar, y los segundos son característicos de cada lugar, y con los que se identifican. Como ejemplo Sergio Gómez se refiere a la atmósfera sonora que desprende el Malpaís, "muy característico y puntual que no se repite en otro sitio".

La catalogación de la geografía sonora de las Islas cuenta ya con antecedentes como el llamado Mapa Sonoro de Canarias-Sonar CC, y otros proyectos más específicos, caso de un estudio acústico sobre el pastoreo y las cencerras en Gran Canaria.
http://www.laprovincia.es/sociedad/2011/08/07/cartografias-sonoras/392286.html

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