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Los 30 incendios forestales registrados este año han afectado 54,6 hectáreas

Tenerife/ El Cabildo de Tenerife hizo hoy una valoración positiva de los resultados de la Campaña de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de 2006, en la que el operativo ha respondido a un total de 283 alarmas, con 87 intervenciones de extinción. No obstante, la superficie forestal afectada este año duplica la de 2005(20,5 hectáreas).

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La superficie forestal afectada por los 30 incendios forestales registrados en Tenerife durante la campaña de verano afectaron a un total de 54,6 hectáreas de monte, una cifra que se sitúa por debajo del a media (230,8 hectáreas) de la superficie afectada en los últimos años.

El Cabildo de Tenerife realiza una valoración positiva de los resultados de la Campaña de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de 2006, en la que el operativo ha respondido a un total de 283 alarmas, con 87 intervenciones de extinción.

No obstante, la superficie afectada este año duplica la del año anterior (38 incendios y 20,5 hectáreas forestales), pese al descenso de los incendios forestales durante este año –con datos hasta octubre- con respecto a 2005. También hay un descenso en el número de incendios no forestales –en zonas limítrofes-, que pasaron de 60 en 2005 a 57 en 2006.

Así lo revelan los datos presentados hoy, en rueda de prensa, por el consejero de Medio Ambiente y Paisaje, Wladimiro Rodríguez, y el técnico del equipo de prevención, Florencio López, quienes destacaron los buenos resultados de este año, en el que afirmaron no se han producido incendios de gran importancia.

El consejero consideró que se está de “enhorabuena” por los resultados del trabajo realizado y del colectivo de equipos de trabajo y técnico en el monte, a los que felicitó por labor y consideró “debemos sentirnos orgullosos”. Rodríguez afirmó que el nivel de superficie quemada ha sido mínimo en una Isla con los problemas que tiene de presión sobre el espacio forestal, en el que recordó hay más de 20 áreas recreativas y constituye un espacio de ocio para la población.

El técnico del operativo, Florencio López, precisó que este año ha sido fresco y húmedo en la Isla, mientras que durante los meses de verano sólo ha habido dos episodios significativos de tiempo sur –el más peligroso por la condiciones de temperatura y baja humedad-, a finales de julio y principios de septiembre. Éste último fue el más grave y en sólo cuatro días se dispararon el número de alarmas (20), incendios forestales (5) y no forestales (7), en unos días que coincidieron con el grave incendio en El Hierro.

No obstante, los incendios más graves tuvieron lugar fuera del periodo de verano, en mayo, y afectaron a 22 y 23 hectáreas de zonas de pinar y de cumbre en los municipios de Los Realejos y San Juan de La Rambla, respectivamente.

En cuanto a la causa de los incendios, precisó que esas condiciones de humedad, ha hecho que los provocados por negligencias han bajado, aunque se mantiene el porcentaje de fuegos intencionados, más de la mitad.

PELIGRO POR EL ABANDONO DEL TERRENO AGRÍCOLA

López indicó que en los últimos años se observa una tendencia al aumento en el número de incendios, una situación que vinculan a la creciente presión sobre el territorio forestal y al descenso de la actividad agrícola en las zonas limítrofes a la masa forestal.

Al respecto, el consejero de Medio Ambiente indicó que una gran parte de los conatos se están produciendo en zonas agrícolas abandonadas y que están cubiertas de matorral y son incendios no forestales que pasan a la zona forestal porque son espacios que lindan con el monte.

Así, precisó que la zona de Los Campeches (en Los Realejos) y Agua García hayan sido una de las áreas más conflictivas de este año y apuntó que se trata de “un conflicto que se agudiza por el abandono de las zonas agrícolas”.

Rodríguez precisó que en la Isla hay unas 50.000 hectáreas arboladas y unas 25.000 de zona forestal no arbolada e indicó que la superficie de protección (130.000 hectáreas) supera el 30 por ciento del territorio insular y abarca tanto la zona forestal como el área inmediata para evitar que cualquier emergencia que surja en ésta llegue al área forestal.


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