«Las obras en Tindaya serán ya un espectáculo que podrá visitarse»
El consejero canario de Medio Ambiente asegura que el proyecto se llevará a cabo pase lo que pase en las próximas elecciones autonómicas de mayo
Domingo Berriel cree que a lo largo de este año el proyecto de Tindaya puede estar adjudicado. |
  |
 |
El consejero canario de Medio Ambiente y Ordenación Territorial, Domingo Berriel, se muestra convencido de que el proyecto Tindaya saldrá adelante más pronto que tarde. Berriel (Coalición Canaria) asegura que el Ejecutivo canario estudia fórmulas que permitan cubrir los 74 millones de euros en los que está presupuestada la construcción del monumento que Eduardo Chillida soñó para esta montaña de Fuerteventura.
- ¿Considera que el proyecto ha entrado ya en su recta final antes del inicio de la obra?
- Desde el punto de vista técnico, sí. El proyecto de ejecución y los estudios técnicos están terminados. Falta concluir el estudio económico y la evaluación medioambiental porque hemos querido que ésta tenga la máxima categoría.
- ¿Qué falta por retocar en este estudio?
- Siempre sucede. Todos los documentos que se presentan para la evaluación medioambiental suscitan alguna duda por parte de los técnicos de la Consejería que debe ser aclarada. Es normal y me consta que en estos momentos están trabajando con la intención de tener el informe preparado en el más breve plazo de tiempo para presentarlo ante la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente. Las aclaraciones aún pendientes no son cuestiones sustantivas ni demasiado importantes. No van a cambiar el sentido de la evaluación realizada.
- En mayo habrá elecciones. ¿Corre peligro el proyecto si cambia la correlación de fuerzas en las instituciones canarias?
- No, pase lo que pase en mayo, hay un consenso muy fuerte, sobre todo, en Fuerteventura. No creo que ningún partido político dé marcha atrás. El Gobierno canario pretende dejar todos los trámites encarrilados para que si hay cambio de gobierno, no se produzcan retrasos en la tramitación del expediente.
- ¿Se atreve a adelantar alguna fecha para la licitación de las obras?
- Durante este año, estaremos en condiciones de que el proyecto esté licitado e incluso contratado.
- El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera, aseguraba la pasada semana que Tindaya sería una realidad en cuatro o cinco años. ¿Lo Suscribe?
- Creo que sí y posiblemente, un poco antes. Una obra de esta naturaleza tarde tres años en ejecutarse porque hay que hacerla con mucho mimo y con técnicas complejas. Otro año se tardará en preparar la ejecución de la obra, con maquinaria y grúas, máxime cuando hay que subir todo esto a la montaña en piezas no muy grandes para que puedan ser transportadas por helicópteros. El proceso constructivo en sí será un espectáculo. Debemos ponerlo en valor, en el sentido de que la obra podrá ser visitada durante su ejecución.
- ¿Cómo se observa el proyecto desde el resto de las islas canarias?
- En general, cuando en una isla hay un proyecto de esta naturaleza lo único que podemos hacer todos los canarios es alegrarnos. Esa falta de visión de futuro que se podía haber tenido hace bastantes años, en el sentido de que una isla sienta celos de lo que se hace en otra, no existe ya. Todo lo contrario, existe un sentimiento de canariedad más que de alguna insularidad concreta.
- ¿Qué modelos contemplan para financiar la obra?
- La obra tiene una potencialidad muy importante de ser autofinanciada. Se está haciendo una estimación del número de visitantes que tendrá el Monumento y consideramos que puede ser una obra autofinanciada en todo o en parte. De los catorce millones de vistantes anuales que tiene Canarias muchos se desplazarán a las islas orientales para ver este monumento. En este caso, evaluamos la posibilidad de sacarla a concesión como proyecto de obra pública, cediendo a la empresa constructura los derechos de explotación. Esto daría mayor rapidez a la financiación, teniendo en cuenta que estamos hablando de unos 75 millones de euros que luego se convertirán en algo más.
- ¿Qué otra posibilidad existe?
- Se podría hacer de forma mixta o incluso la propia administración puede financiar la totalidad de la obra.
- ¿Estarían dispuestos a hacerlo así?
- Estamos dispuestos a hacerlo de la manera que sea, porque si no hay viabilidad en el modelo de autofinanciación, acudiremos a los presupuestos públicos.
- ¿Qué tendría que pasar para que finalmente no saliera adelante?
- Tendrían que surgir problemas judiciales imprevistos y hoy bastante improbables que pudieran retrasar o paralizar la obra. De todas formas, siempre terminaría realizándose.
- ¿Cuál es actualmente la postura de los grupos ecologistas que se han opuesto?
- Fuera de la isla no existe tal posición. En Fuerteventura sí hay un grupo de personas que están contra este proyecto y contra cualquier proyecto público. Se niegan a cualquier acción que se pretenda hacer pero son una minoría muy residual. Aunque se deben escuchar las razones de las minorías, el Gobierno no puede anteponerlas al clamor y al entusiasmo de los ciudadanos de la isla, que son muchísmos más. Chillida es un referente mundial y tener en Fuerteventura una escultura de esta naturaleza no es una cuestión baladí ya que cualifica la oferta turística y nos coloca como referente mundial en el arte y en la cultura.
- ¿Qué es lo que le gusta personalmente de Tindaya?
- El proyecto combina el arte con la ingeniería. Es un espacio con unas aristas pronunciadas, formas cúbicas, orientadas de tal manera que la luz crea una sociedad de lo más agradable. El tamaño del hombre frente al monumento creado también por el hombre es ínfimo. Como ingeniero, lo que me gusta es la demostración de lo que es capaz de hacer la ingeniería. A un artista, le gustará mucho más lo que le dice la obra.
Falta licitar las obras y decidir su financiación
El proyecto para la construcción del Monumento a la Tolerancia que Eduardo Chillida soñó para la montaña de Tindaya (Fuerteventura) entró hace un par de semanas en su tercera y última fase tras la redacción del Proyecto de Ejecución y mientras se ultima la redacción del estudio de Impacto Ambiental. El Gobierno canario tiene intención de licitar la obra antes de las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo, aunque debe decidir antes qué modelo de financiación adopta para cubrir los 75 millones de euros en que está presupuestado el proyecto. De esta cifra, cincuenta millones corresponden a los costes de construcción de la escultura y nueve millones al capítulo de accesos y restauración de canteras del entorno de la montaña. Los otros quince millones surgen de la aplicación de los coeficientes de obra pública de 16% de Gastos Generales y del 6% de Beneficio Industrial, más el IGIC. El Gobierno canario debe estudiar qué modalidad de financiación adopta para sufragar los gastos de la obra. Entre las posibilidades a estudiar figura la concesión de la explotación de la gran escultura, vía precio de las entradas.
Las condiciones establecidas en su día por el escultor donostiarra pasan por mantener un riguroso respeto medioambiental, permitir que la escultura muestre la piedra vista de la montaña en su superficie e integrar el sostenimiento de la infraestructura con la masa de roca de la montaña.
- ¿Considera que el proyecto ha entrado ya en su recta final antes del inicio de la obra?
- Desde el punto de vista técnico, sí. El proyecto de ejecución y los estudios técnicos están terminados. Falta concluir el estudio económico y la evaluación medioambiental porque hemos querido que ésta tenga la máxima categoría.
- ¿Qué falta por retocar en este estudio?
- Siempre sucede. Todos los documentos que se presentan para la evaluación medioambiental suscitan alguna duda por parte de los técnicos de la Consejería que debe ser aclarada. Es normal y me consta que en estos momentos están trabajando con la intención de tener el informe preparado en el más breve plazo de tiempo para presentarlo ante la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente. Las aclaraciones aún pendientes no son cuestiones sustantivas ni demasiado importantes. No van a cambiar el sentido de la evaluación realizada.
- En mayo habrá elecciones. ¿Corre peligro el proyecto si cambia la correlación de fuerzas en las instituciones canarias?
- No, pase lo que pase en mayo, hay un consenso muy fuerte, sobre todo, en Fuerteventura. No creo que ningún partido político dé marcha atrás. El Gobierno canario pretende dejar todos los trámites encarrilados para que si hay cambio de gobierno, no se produzcan retrasos en la tramitación del expediente.
- ¿Se atreve a adelantar alguna fecha para la licitación de las obras?
- Durante este año, estaremos en condiciones de que el proyecto esté licitado e incluso contratado.
- El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera, aseguraba la pasada semana que Tindaya sería una realidad en cuatro o cinco años. ¿Lo Suscribe?
- Creo que sí y posiblemente, un poco antes. Una obra de esta naturaleza tarde tres años en ejecutarse porque hay que hacerla con mucho mimo y con técnicas complejas. Otro año se tardará en preparar la ejecución de la obra, con maquinaria y grúas, máxime cuando hay que subir todo esto a la montaña en piezas no muy grandes para que puedan ser transportadas por helicópteros. El proceso constructivo en sí será un espectáculo. Debemos ponerlo en valor, en el sentido de que la obra podrá ser visitada durante su ejecución.
- ¿Cómo se observa el proyecto desde el resto de las islas canarias?
- En general, cuando en una isla hay un proyecto de esta naturaleza lo único que podemos hacer todos los canarios es alegrarnos. Esa falta de visión de futuro que se podía haber tenido hace bastantes años, en el sentido de que una isla sienta celos de lo que se hace en otra, no existe ya. Todo lo contrario, existe un sentimiento de canariedad más que de alguna insularidad concreta.
- ¿Qué modelos contemplan para financiar la obra?
- La obra tiene una potencialidad muy importante de ser autofinanciada. Se está haciendo una estimación del número de visitantes que tendrá el Monumento y consideramos que puede ser una obra autofinanciada en todo o en parte. De los catorce millones de vistantes anuales que tiene Canarias muchos se desplazarán a las islas orientales para ver este monumento. En este caso, evaluamos la posibilidad de sacarla a concesión como proyecto de obra pública, cediendo a la empresa constructura los derechos de explotación. Esto daría mayor rapidez a la financiación, teniendo en cuenta que estamos hablando de unos 75 millones de euros que luego se convertirán en algo más.
- ¿Qué otra posibilidad existe?
- Se podría hacer de forma mixta o incluso la propia administración puede financiar la totalidad de la obra.
- ¿Estarían dispuestos a hacerlo así?
- Estamos dispuestos a hacerlo de la manera que sea, porque si no hay viabilidad en el modelo de autofinanciación, acudiremos a los presupuestos públicos.
- ¿Qué tendría que pasar para que finalmente no saliera adelante?
- Tendrían que surgir problemas judiciales imprevistos y hoy bastante improbables que pudieran retrasar o paralizar la obra. De todas formas, siempre terminaría realizándose.
- ¿Cuál es actualmente la postura de los grupos ecologistas que se han opuesto?
- Fuera de la isla no existe tal posición. En Fuerteventura sí hay un grupo de personas que están contra este proyecto y contra cualquier proyecto público. Se niegan a cualquier acción que se pretenda hacer pero son una minoría muy residual. Aunque se deben escuchar las razones de las minorías, el Gobierno no puede anteponerlas al clamor y al entusiasmo de los ciudadanos de la isla, que son muchísmos más. Chillida es un referente mundial y tener en Fuerteventura una escultura de esta naturaleza no es una cuestión baladí ya que cualifica la oferta turística y nos coloca como referente mundial en el arte y en la cultura.
- ¿Qué es lo que le gusta personalmente de Tindaya?
- El proyecto combina el arte con la ingeniería. Es un espacio con unas aristas pronunciadas, formas cúbicas, orientadas de tal manera que la luz crea una sociedad de lo más agradable. El tamaño del hombre frente al monumento creado también por el hombre es ínfimo. Como ingeniero, lo que me gusta es la demostración de lo que es capaz de hacer la ingeniería. A un artista, le gustará mucho más lo que le dice la obra.
Falta licitar las obras y decidir su financiación
El proyecto para la construcción del Monumento a la Tolerancia que Eduardo Chillida soñó para la montaña de Tindaya (Fuerteventura) entró hace un par de semanas en su tercera y última fase tras la redacción del Proyecto de Ejecución y mientras se ultima la redacción del estudio de Impacto Ambiental. El Gobierno canario tiene intención de licitar la obra antes de las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo, aunque debe decidir antes qué modelo de financiación adopta para cubrir los 75 millones de euros en que está presupuestado el proyecto. De esta cifra, cincuenta millones corresponden a los costes de construcción de la escultura y nueve millones al capítulo de accesos y restauración de canteras del entorno de la montaña. Los otros quince millones surgen de la aplicación de los coeficientes de obra pública de 16% de Gastos Generales y del 6% de Beneficio Industrial, más el IGIC. El Gobierno canario debe estudiar qué modalidad de financiación adopta para sufragar los gastos de la obra. Entre las posibilidades a estudiar figura la concesión de la explotación de la gran escultura, vía precio de las entradas.
Las condiciones establecidas en su día por el escultor donostiarra pasan por mantener un riguroso respeto medioambiental, permitir que la escultura muestre la piedra vista de la montaña en su superficie e integrar el sostenimiento de la infraestructura con la masa de roca de la montaña.
0 comentarios