Una pareja de guirres majoreros realiza una puesta en cautividad y abre una esperanza para recuperar la especie
| LP/DLP Puerto del Rosario La puesta de una pareja de guirres majoreros en cautividad supone un avance científico, aunque habrá que esperar varios días para determinar la fertilidad de los mismos. El guirre es una especie en peligro de extinción. Su población actual es de unos 130 ejemplares, incluidos jóvenes y subadultos, con no más de 25 a 29 parejas nidificantes. Una pareja de guirres majoreros en cautividad realizó la pasada semana una puesta en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira. Ello constituye un hecho histórico porque es la primera vez que ocurre, y además por tratarse de una pareja lisiada, irrecuperable para ser liberada y que por ello se mantenía cautiva". Así lo comunicó ayer el consejero de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel, que hizo una visita al Hospital de Fauna del Cabildo de Gran Canaria para realizar un seguimiento próximo de las labores de cría que allí se realizan. ===== SEGUNDO PARRAFO ===== Durante su visita el responsable autonómico elogió "la labor desarrollada por el equipo de Pascual Calabuig, responsable del grupo de trabajo que ha seguido en todo momento la evolución de estos animales, y es en buena parte responsable del éxito de esta puesta". Además de por dicho equipo, fue recibido por el consejero de Medio Ambiente y Aguas del Cabildo de Gran Canaria, José Jiménez, y les acompañó también su homólogo en el Cabildo majorero, Lázaro Cabrera. Ante la imposibilidad de acceder al jaulón de cría para no molestar a los animales siguieron la incubación mediante las cámaras de circuito cerrado de televisión que recientemente se han instalado en Tafira por parte de los responsables del Proyecto Life para la Conservación del Guirre en zonas ZEPA de Fuerteventura. "Se trata de un capítulo más de las excelentes relaciones de colaboración existentes entre las diferentes instituciones implicadas en la salvaguarda de una especie tan amenazada como lo es el guirre en Canarias. En pocos días más podremos conocer si la puesta es fértil y si se está desarrollando un embrión sano", apuntó por su parte Jiménez, quien añadió que estas imágenes tomadas en Tafira podrían ser visualizadas en tiempo real a través de la página web: alimochefuerteventura.com La hembra de guirre se llama familiarmente Tisca, por ser Tiscamanita la localidad donde se la rescató malherida en una torre de alta tensión en la que había quedado enganchada. Fruto de ese accidente perdió una pata. En Tafira, tras haber superado el grave estado en que se encontraba, con los intensivos cuidados de los veterinarios del centro, se ha emparejado con otro guirre, también lisiado, de nombre Vallebrón, en este caso con una lesión irreversible en una de las alas. Tisca se encuentra en la actualidad en un gran jaulón al que recientemente se le han instalado dos cámaras para el seguimiento próximo de las tareas reproductoras. Una de ellas permite visualizar con detalle el nido y la otra, con capacidad de movimiento y zoom, monitoriza la totalidad de la pieza. Domingo Berriel también mostró su satisfacción porque el proyecto de protección del guirre se está ejecutando de forma acertada. |
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