El Seprona intervino durante el pasado año 113 animales exóticos en Canarias

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas prohíbe la introducción de animales sin control / La policía se incautó de 23 especies animales salvajes en un zoo tinerfeño

HÉCTOR FAJARDO

LA LAGUNA.– La última incautación llevada a cabo por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de 105 animales exóticos en un mercadillo de Las Palmas de Gran Canaria ha vuelto a poner de manifiesto la relevancia de estas actuaciones, ya que durante el pasado año los agentes de esta unidad rescataron en toda Canarias 113 animales exóticos protegidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.

Fuentes del Instituto Armado informaron de que en la provincia tinerfeña, durante 2007, fueron incautados un total de 28 animales. De esta forma, se evidencia la mayor incidencia en la provincia de Las Palmas, donde se han localizado e intervenido 85 animales exóticos protegidos, aunque la cifra aumenta si atendemos a las actuaciones encaminadas a cualquier tipo de especie amenazada y que precisan intervención policial, ya que, en este caso, fueron 153 los animales incautados.

Respecto a la provincia de Santa Cruz de Tenerife, cabe destacar una actuación llevada a cabo el pasado 9 de mayo de 2007, donde los agentes localizaron en una vivienda y en poder de una mujer una especie de loro protegida y un mono. Por otro lado, en un gran dispositivo desplegado por el Seprona se intervinieron 23 animales que permanecían en un núcleo zoológico del sur de Tenerife, el cual carecía de los permisos pertinentes para poseer dichas especies. De igual forma, según indicaron las mismas fuentes, la condición en la que se hallaban no eran las adecuadas. Finalmente, el pasado 22 de agosto del mismo año, los agentes hallaron abandonada en la isla de Tenerife una pitón de la que se había deshecho su propietario.

Respecto a la provincia de Las Palmas, el Seprona intervino durante 2007 un total de 17 aves exóticas, 13 tortugas, 53 reptiles (en su mayoría iguanas) y 2 primates. De igual forma, localizaron en algunas viviendas 8 especies silvestres autóctonas.

Tal y como informa el Instituto Armado, “el Servicio de Protección de la Naturaleza debe velar por el cumplimiento de las normas creadas para la conservación de la naturaleza y medio ambiente”. Por este motivo, algunas de las actuaciones más destacadas de esta unidad han ido encaminadas a preservar la fauna marina isleña. Los 514 kilos de pescado inmaduro incautado por el Seprona de Las Palmas de Gran Canaria resaltan esta cuestión, así como los casi 30 útiles de pesca ilegales, como redes o fusiles submarinos que también han sido requisados.

Esta unidad policial informó de que “la mayoría de los dispositivos de localización de especies protegidas se establecen en domicilios, tiendas y mercadillos”. Matizaron, además, que “los hechos son dados a conocer casi siempre por llamadas anónimas de vecinos que denuncian la situación en la que se encuentran dichos animales o lo molestos que resultan”.

Las mismas fuentes consultadas, aseguraron que “contrariamente a lo que se suele pensar, los circos son las empresas que menos infracciones causan, ya que el control al que se les somete en muy rígido y exhaustivo”. De hecho, cualquier infracción respecto a la posesión de los animales supondría penas de prisión, ya que “podrían ser acusados de tráfico ilegal de especies”.

El Servicio de Protección de la Naturaleza aseguró que desde esta unidad se mantiene un rígido control de las especies foráneas que “pueden causar daños irreparables”. Añadieron además que “en ocasiones hemos hallado serpientes en determinadas zonas de las Islas, al ser abandonados o escapado, alimentándose de otras especies autóctonas, por lo que puede suponer un grave perjuicio para la naturaleza del Archipiélago”. Así, recordaron la situación que vive Canarias respecto a las cotorras, “unas aves foráneas muy molestas, con facilidades de adaptación a cualquier medio y una rápida reproducción”, que han provocado graves daños a las aves canarias.

Agentes policiales al servicio de la madre naturaleza

El Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil es uno de los cuerpos que cuenta con mayor afecto por parte de la ciudadanía. Entre sus cometidos, destaca el control efectivo del cumplimiento de las disposiciones que tiendan a la conservación de la naturaleza y medio ambiente, de los recursos hidráulicos, así como de la riqueza cinegética, piscícola, forestal y de cualquier otra índole relacionada con la naturaleza. Para ello, desarrollan actividades como la protección del medio ambiente atmosférico vigilando su grado de contaminación y nivel de radiactividad, el fomento del respeto hacia la naturaleza, colaboran con las autoridades y organismos correspondientes para planificar y ejecutar una política eficaz en esta materia, y facilitan el adecuado disfrute del espacio natural impidiendo actividades que puedan degradarlo, entre otros muchos cometidos.

Las especies foráneas pueden acabar con parte de la fauna isleña
H.F.

Las Administraciones públicas han advertido en multitud de ocasiones del peligro que supone para la vida de diversas especies la introducción de animales foráneos en un determinado ecosistema. La situación es aún más preocupante si se trata de un hábitat isleño. El Gobierno de Canarias advierte de que estas especies “alteran la evolución natural de los ecosistemas, causando graves e irreparables daños, como la extinción de poblaciones o especies y la degradación del suelo entre otras consecuencias”.

Respecto a su capacidad de extenderse añadieron que “por lo general, estas especies suelen ser más agresivas que las autóctonas y se caracterizan por tener un alto poder colonizador debido, entre otras causas, a su alta eficacia reproductiva y su gran capacidad de adaptación a nuevas condiciones ambientales”. Por este motivo, un déficit de seguridad en el control de dichas especies puede resultar fatal, ya que, una vez introducidas, resultaría muy difícil erradicarlas de un determinado ecosistema.

Entre estas especies agresivas, la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias pone como ejemplos al muflón y el arruí, introducidos respectivamente en Tenerife y en La Palma. “Ambos constituyen una grave amenaza para la flora endémica de alta montaña de estas islas”, matizan. Un caso parecido ocurre con la ardilla en Fuerteventura, que ha ocasionado incalculables pérdidas en la agricultura.

De igual manera, la Viceconsejería establece otra especie como un potencial enemigo de la fauna isleña, el cangrejo rojo, que se detectó en el Barranco del Cercado, en Santa Cruz de Tenerife. “Se trata de un cangrejo originario de Estados Unidos y Nuevo Méjico que ha sido introducido en varias áreas del planeta, comportándose como una especie agresiva, ocasionando un gran impacto en los ecosistemas”, aseguran.

Según los estudios realizados desde el Gobierno de Canarias, esta especie podría afectar a invertebrados endémicos. Para hacer efectiva su protección, se aprobó un decreto el pasado 26 de junio 1998, por el que “se prohíbe la liberación en el medio natural y la comercialización en vivo del cangrejo de río americano en Canarias”.

Finalmente, cabe destacar que la introducción de especies foráneas ha causado que proyectos de gran envergadura medioambiental, como la introducción de nuevo del lagarto gigante endémico del Archipiélago en espacios concretos, fracasen de manera trágica, ya que depredadores como el gato o las ratas hacen inviable su desarrollo y expansión.

http://www.lagacetadecanarias.net/lector.php?articulo=20090225125414