Tres años de la Reserva de la Biosfera y aún no tiene gestor
Gran Canaria se tomó la declaración de casi la mitad de la superficie de la Isla como Reserva de la Biosfera como si se le hubiese concedido una medalla. De eso hace ya tres años, que se dice pronto, pero desde entonces poco se ha hecho. Por no tener, no tiene aún a nadie que la gestione. Según el Cabildo, este año dejará resuelto el problema.
Fue un 29 de junio de 2005. Faltó que tiraran voladores. El Cabildo insular que entonces presidía José Manuel Soria (PP) se marcó un tanto al lograr que Gran Canaria entrase por la puerta grande en el selecto club mundial de las Reservas de la Biosfera, una declaración impulsada desde la Unesco que no todo el mundo puede lucir y que en Canarias ya la ostentaban La Palma, Lanzarote y El Hierro. El siguiente paso estaba claro. Había que crear el órgano que se iba a encargar de desarrollar las actuaciones que implican una concesión de ese tipo, entre las que figuran proyectos para un desarrollo social y económico sostenible del espacio declarado. Pero pasaron los dos últimos años de mandato de Soria y el primero de gestión del nuevo gobierno insular de PSOE y NC y resulta que la reserva sigue parada y a día de hoy, tres años después del visto bueno de la Mesa del Consejo Internacional del programa MaB de la Unesco, no tiene aún quien la dirija.
El consejero insular de Medio Ambiente, Juan Salvador León, atribuye tanto retraso a los problemas surgidos tras la decisión del anterior equipo de gobierno de constituir un consorcio como órgano de gestión de la Reserva de la Biosfera, que en el caso de Gran Canaria abarca el 46% de la Isla, unas 71.844 hectáreas, aunque la superficie llega hasta las 100.488 si se le suma la zona marina.
El gobierno se negó. Cuenta León que cuando se aprobaron los estatutos de ese consorcio se decidió incluir entre sus miembros no sólo al Cabildo, sino también al Gobierno canario y a los siete ayuntamientos de los municipios que tienen terrenos dentro de la Reserva, es decir, Agaete, Artenara, La Aldea, Mogán, San Bartolomé, Tejeda y San Mateo (la zona afectada por esta declaración se concentra en la parte Oeste de la Isla). Al incluirlos se les dio también una cuota de participación en los presupuestos de ese consorcio, entonces sin definir, Al Cabildo le tocó el grueso, un 88%, al Gobierno, un 5% y a los ayuntamientos, un 1%. La institución insular no tuvo dudas y la aprobó, pero el Gobierno rechazó la propuesta alegando, según León, que se adoptó sin contar con ellos, y después no todos los ayuntamientos la ratificaron. Faltó, y aún falta, San Bartolomé de Tirajana.
El consejero explica entonces que, dados estos mimbres, el nuevo gobierno insular ha optado por cambiar ese modelo y recurrir a lo que se llamará un comité de gestión, que es la fórmula recomendada por el Plan de Acción de Madrid durante el III Congreso Mundial de Reservas de la Biosfera, que se celebró en la capital de España y al que asistió el Cabildo.
Y en esas tareas dice que anda la Corporación insular. Tiene casi culminados los documentos para la puesta en marcha de ese comité y no tiene duda de que podrá arrancar antes de que termine el presente año.
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