Sacar energía de las olas
La Palma, en su apuesta por conseguir la autosuficiencia energética, también se ha fijado en las olas. El movimiento de la masa salada, continuo e inagotable, tiene un gran potencial, aún por explotar, para generar electricidad. La Isla estudia construir dos centrales undimotrices.
La energía que generan las olas del mar, denominada undimotriz, está aún por explotar. En España, tan sólo tres comunidades (Cantabria, País Vasco y Galicia) realizan ensayos rigurosos con vistas a convertir el oleaje marino en combustible limpio. La Palma, en el marco del Proyecto Global de Autosuficiencia Energética impulsado por el Cabildo, también ha dado pequeños pasos en este campo. En concreto, la Dirección Insular de Energías Renovables y Nuevas Tecnologías ha encargado un estudio a la empresa Solantis para determinar la viabilidad de dos centrales undimotrices en los puertos de la capital y Tazacorte.
Los resultados del trabajo son claros: es posible la generación continua de electricidad con la fuerza del mar porque el oleaje se produce con independencia del viento o del sol. Las centrales contempladas en los recintos portuarios de Santa Cruz de La Palma y Tazacorte, según los técnicos de Solantis, son viables y evitarían la emisión a la atmósfera de 11.623.000 kilos de dióxido de carbono (CO2), el principal responsable del calentamiento global y, consecuentemente, del cambio climático.
Movimiento
La energía de las olas, explicó Cristóbal Mendoza, técnico de la empresa Solantis, «prácticamente se puede generar en cualquier sitio, pero se deben aprovechar los lugares en los que la diferencia entre la marea alta y la baja sea más pronunciada porque aquí tiene más movimiento el mar». Este experto añadió que «elegimos los puertos de la capital y Tazacorte porque ambos están en ampliación, pero cualquier obra portuaria en construcción se podría aprovechar». El único condicionante, precisó, «es el movimiento del mar: cuanto más movimiento, más generación de electricidad».
El técnico de la empresa Solantis explicó cómo se genera la energía undimotriz en una central. «Los cajones que se colocan en el mar son huecos, y al entrar el agua dentro, empuja el vacío hacia arriba y hace trabajar la turbina; cuanto más empuje la masa salada, más trabajará la turbina», precisó. Cristóbal Mendoza expone que «los nuevos bloques que forman los diques deberían ser huecos para así poder colocar las turbinas». En caso contrario, «se tendría que hacer una reestructuración de los diques para implantar las turbinas, pero esto supondría un coste adicional», dijo.
En cuanto a la conveniencia de construir dos centrales undimotrices en La Palma, Cristóbal Mendoza se manifiesta a favor. «Es un proyecto recomendable si nos ceñimos a la problemática del cambio climático y la escasez de petróleo». Agregó que «cualquier iniciativa basada en energías renovables es beneficiosa» para el planeta.
La potencia estimada para la central undimotriz del puerto de Tazacorte sería de tres megavatios, y dos para la de Santa Cruz de La Palma; la producción de electricidad será de 7.000 megavatios para Tazacorte y 5.000 para la capital.
En cuanto a la venta de electricidad, las estimaciones formuladas por Solantis son de 482.000 euros para la central bagañeta y de 340.000 para la capitalina.
Las turbinas a instalar serían de tipo Wells. Tazacorte contaría con 60 unidades y Santa Cruz de La Palma con 40.
La inversión aproximada del proyecto del puerto bagañete rondaría los 8 millones de euros, mientras que la de la capital tendría un coste cercano a los 5 millones de euros.
El gasto de mantenimiento de la instalación undimotriz de Tazacorte se cifra en 20.000 euros al año; la de la capital costaría unos 14.000 euros.
Las dos centrales para la generación de energía con el movimiento de las olas crearían 15 puestos de trabajo cada una, según el estudio de Solantis.
10 veces más cara que la eólica
Los defensores de la energía undimotriz aseguran que ésta «no fue diseñada para ahorrar dinero, sino para salvar el mundo». Generar electricidad con la masa salada sale caro. Un kilovatio de energía eólica tiene un coste aproximado de 1.300 euros; en el caso de la solar, se precisa una inversión de 6.000 euros, mientras que la undimotriz alcanza los 12.000 euros. Se aconseja instalar las centrales en los puertos para reducir costes.
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