Muere el 70% de los peces de la Charca por la falta de oxígeno
Gabriel Suárez
Las Palmas de Gran Canaria
Un proceso de anoxia temporal, que afectó a la Charca de Maspalomas durante los últimos quince días, ha provocado una mortandad masiva de las poblaciones de peces de este delicado ecosistema. Se calcula que ha podido desaparecer el 70% de las especies.
La Charca de Maspalomas amaneció ayer por segundo día consecutivo con centenares de peces muertos flotando en la orilla y con un penetrante olor como consecuencia de la rápida descomposición de estos.
Una cuadrilla de Medio Ambiente local compuesta se encargó de recogerlos, pero sin seguir ningún tipo de protocolo. Como podían los iban embolsando para posteriormente llevarlos al vertedero, algo que está prohibido, porque la planta de Juan Grande no está autorizada para tratar animales muertos.
Cuando la anterior gran mortandad de peces en 1995, la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias llevó el material recolectado, unos 2.900 kilos, a una cámara congeladora. Una parte se dejó para estudiar, y el resto se destruyó siguiendo las normas.
Vertidos. Aunque los estudios de los parámetros físico-químicos del agua no están concluidos, todo parece indicar que la mortandad se produjo como consecuencia de un proceso de anoxia temporal, una falta de oxígeno, producto de un elevado estado de eutrofización o de nutrientes en las aguas, al aparecer por grandes cantidades de materia orgánica cuya descomposición microbiana ocasiona un descenso en los niveles de oxígeno.
La eutrofización se produce en muchas masas de agua como resultado de los vertidos. Precisamente el Cabildo de Gran Canaria, institución que tiene las competencias en materia de control y seguimiento de la Charca, ha denunciado al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana por un posible vertido de aguas residuales registrado en el cauce del barranco. El edil de Medio Ambiente del Consitorio sureño, Carlos Álamo, lo desconoce y ha pedido a la Consejería de Medio Ambiente que le identifique el lugar donde se produjo.
El responsable de la dirección de la Reserva Natural Especial de las Dunas, Miguel Ángel Peña, declinó hacer valoraciones sobre la mortandad de peces.
Una cuadrilla de Medio Ambiente local compuesta se encargó de recogerlos, pero sin seguir ningún tipo de protocolo. Como podían los iban embolsando para posteriormente llevarlos al vertedero, algo que está prohibido, porque la planta de Juan Grande no está autorizada para tratar animales muertos.
Cuando la anterior gran mortandad de peces en 1995, la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias llevó el material recolectado, unos 2.900 kilos, a una cámara congeladora. Una parte se dejó para estudiar, y el resto se destruyó siguiendo las normas.
Vertidos. Aunque los estudios de los parámetros físico-químicos del agua no están concluidos, todo parece indicar que la mortandad se produjo como consecuencia de un proceso de anoxia temporal, una falta de oxígeno, producto de un elevado estado de eutrofización o de nutrientes en las aguas, al aparecer por grandes cantidades de materia orgánica cuya descomposición microbiana ocasiona un descenso en los niveles de oxígeno.
La eutrofización se produce en muchas masas de agua como resultado de los vertidos. Precisamente el Cabildo de Gran Canaria, institución que tiene las competencias en materia de control y seguimiento de la Charca, ha denunciado al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana por un posible vertido de aguas residuales registrado en el cauce del barranco. El edil de Medio Ambiente del Consitorio sureño, Carlos Álamo, lo desconoce y ha pedido a la Consejería de Medio Ambiente que le identifique el lugar donde se produjo.
El responsable de la dirección de la Reserva Natural Especial de las Dunas, Miguel Ángel Peña, declinó hacer valoraciones sobre la mortandad de peces.
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