Salvar a los delfines

Los habitantes del pueblo de Taiji, situado en el sudeste japonés, defienden la caza y consumo de carne de delfín como una tradición centenaria. De esta manera, se llega a la captura de entre veinte y cuarenta mil delfines al año por los pretendidos “derechos” de los pescadores y la población local.

Esta práctica no ha pasado desapercibida desde que grandes medios lo denunciaran ni es única de Japón. Además, contribuye a la extinción de la especie, afectada ya por la contaminación marina y la navegación de las grandes flotas por las zonas donde viven las mayores poblaciones de delfines.

¿Cuestión cultural o práctica ilegal? Asociaciones como la ONG americana Sea Sheperd Conservation Society lo califican como “un baño de sangre cruel y bárbaro”. En los vídeos que presentan estas y otras organizaciones a los medios de comunicación, se comprueba cómo los delfines son sangrados hasta la muerte.

El caso de Taiji ha tenido más de cuarenta millones de espectadores y circulado por todo el mundo gracias a la pasada edición de los premios Oscar. Fue de la mano de The Cove (La cala) película que ganó el premio al mejor documental del año y que muestra la matanza de delfines en Taiji.

Mientras que un grupo sobrevive para ser llevado para su exhibición con fines comerciales (como zoológicos o acuarios) por precios que llegan a los 110 mil euros, otros son sacrificados para extraer de ellos su carne, que se vende por unos 440 euros dólares por delfín. Esta llega incluso a comedores escolares, a pesar de que muchos expertos señalan su toxicidad.

Pero esta realidad se reproduce en otros lugares del mundo y con otras especies marinas en peligro de extinción. Por ejemplo, la caza de calderones, un tipo de delfín en peligro de extinción. Es en las Islas Feroe, en Dinamarca, donde la explotación de esta especie supone un ingreso fundamental para la economía del lugar. Lo mismo ocurre en Noruega, otro centro neurálgico para la caza de delfines.

En la actualidad, imágenes y vídeos al respecto sacuden la red, en lo que se ha convertido en toda una plataforma para mostrar la verdad sobre este tipo de prácticas con el fin de sensibilizar y reivindicar la defensa de la especie a nivel mundial.

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