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´Queremos que Canarias lidere el reciclaje de electrónica´

´Queremos que Canarias lidere el reciclaje de electrónica´

David Bustabad Reyes, director gerente de E-Waste, Premio de Innovación Empresarial

"Un frigorífico en desuso mal gestionado emite gases de efecto invernadero equivalente a los de un coche en 15.000 kilómetros"

LA OPINIÓN
SANTA CRUZ DE TENERIFE
El empresario David Bustabad Reyes, director gerente de E-Waste Canarias, no es nuevo en el mundo del reciclaje. Sus inicios se remontan al año 1999, cuando, con una clara visión de futuro, decidió introducirse en el reciclaje de residuos de madera. Hoy gestiona la empresa E-Waste Canarias, dedicada al tratamiento, descontaminación y obtención de materias primas, a partir de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, evitando que sean trasladados a Península. El objetivo final es que, en unos cinco años, Canarias pueda liderar el ratio de recuperación y reciclaje de productos electrónicos. La primera planta de tratamiento de estos residuos en Canarias será una realidad en noviembre y estará situada en el municipio de Arico, Tenerife. Su empeño en innovar, proteger el medio ambiente, generar economía y empleo y cumplir con una labor social le han hecho merecedor del premio que otorgan conjuntamente la Fundación Fyde-Caja Canarias y la Consejería de Economía, Hacienda y Comercio del Gobierno de Canarias en la modalidad de Innovación Empresarial.

– ¿Qué significa E-Waste?

– El proyecto E-Waste, que significa Electronic Waste, es un término anglosajón que significa residuo electrónico. Ahí incluyo hasta 101 tipos de aparatos, y que pueden ir desde un frigorífico, una televisión, un ordenador o un aparato médico, hasta un juguete a lámparas. Podríamos decir que se trata de aparatos que llevan baterías o precisan de corriente eléctrica para funcionar. El problema de estos aparatos es que, una vez se convierten en residuos, son altamente contaminantes, pues la inmensa mayoría de ellos contienen sustancias como fósforo, mercurio, cadmio o bromo, que, sin una adecuada gestión, provocan daños no sólo a la salud de las personas, sino al medio ambiente. Basta decir que un frigorífico mal gestionado emite a la atmósfera gases de efecto invernadero equivalente a las emisiones de un coche en 15.000 kilómetros o que el fósforo que contiene un televisor es capaz de contaminar hasta 80.000 litros de agua.

– ¿Cuáles fueron las razones para la creación de su empresa?

– La necesidad de que en Canarias existiese una instalación para la descontaminación de los aparatos eléctricos y electrónicos que se produjesen en las Islas. Esta necesidad se convirtió casi en una obligación cuando entró en vigor el Real Decreto de 2005 que responsabilizaba al fabricante de la gestión de los aparatos que se convierten en residuos según el principio de que quien contamina paga.

– Por tanto, las características geográficas del Archipiélago canario hacían aún más indispensable esa instalación...

– Así es. No olvidemos que en las Islas somos algo más de 2,1 millones de residentes y más de 12 millones de turistas cada año, y se convive en un territorio donde, aproximadamente, el 50% está protegido. Además, como la población está dividida en siete islas, aún nos obligaba más a construir dentro de Canarias una instalación para la gestión de los aparatos. Otro problema en nuestra geografía es que si no contásemos con plantas descontaminadoras tendríamos que llevar los residuos a territorio continental. Una acción que, además de aumentar considerablemente los costes, provocaría una contaminación inevitable al tener que trasladar los contenedores por mar a más de 2.000 kilómetros de distancia.

– ¿Está la población canaria concienciada en la correcta gestión de los residuos eléctricos?

– Lo que nos ha faltado es información y facilidades para hacerlo. Sabemos que se están haciendo esfuerzos para concienciar al ciudadano de que estos aparatos no son inocuos, sino que son peligrosos y que hay que tratarlos adecuadamente. Asimismo, es necesario que las administraciones locales se impliquen en la solución del problema, ofreciendo al ciudadano soluciones para la recogida selectiva de este tipo de residuos. Si hablamos de cifras, en España, cada habitante genera unos 18 kilos de aparatos eléctricos y electrónicos al año.

– ¿Qué alternativas hay en Canarias para el reciclaje de residuos electrónicos?

– Hasta ahora en Canarias había tres, y ninguna buena. La más mala era que los residuos acabaran en un vertedero, la segunda opción es que los recogiera un gestor no autorizado que intentara aprovechar el valor de los componente materiales pero sin dar al residuo un adecuado tratamiento ambiental; y la tercera, menos mala que las anteriores, que se transportara por barco hasta una planta de tratamiento autorizada en Península. En este último caso estaríamos contaminando por el transporte a Península y perdiendo la posibilidad de tratar el residuo aquí.

– Entonces, ¿qué aspectos distinguen a E-Waste?

– El proyecto desarrollado por E-Waste Canarias ofrece un servicio de tratamiento de aparatos eléctricos y electrónicos totalmente innovador y pionero a nivel europeo por incorporar la última tecnología del mercado. Además de dar una solución a un problema ambiental, nuestro proyecto tiene un fuerte componente social ya que un 20% de la plantilla de la empresa estará compuesta por personas con discapacidad o en riesgo de exclusión.

– ¿Se van a encargar de reciclar los residuos eléctricos de todo el territorio canario?

– En efecto, acogeremos material de toda Canarias. El primer paso, lógicamente es descontaminarlos. Cuando hayamos comprobado que ya no suponen ningún tipo de peligro para el ser humano ni para la naturaleza, separaremos los elementos que los componen y produciremos materias primas.

– ¿Cuál ha sido el coste y cuándo estará operativa la planta?

– El presupuesto es de seis millones de euros en inversión y sólo cuatro son para maquinaría de una tecnología muy alta, para garantizar la descontaminación. La planta se está construyendo en Alemania, esperamos tenerla en Tenerife aproximadamente en mayo y estará operativa en noviembre. Sobre ello quería destacar que no deja de ser una industria de logística inversa, en la que a partir de los componentes de los residuos se logran recuperar materias primas fundamentales para nuestra economía como hierro, cobre, aluminio, etc que una vez descontaminados pueden emplearse en la fabricación de nuevos aparatos reduciéndose la huella ecológica ligada a su fabricación.

– A día de hoy, ¿qué valoración haría de la evolución de su compañía?

– La verdad es que tenemos que estar muy satisfechos de cómo ha ido todo. Fue un trabajo muy duro, sobre todo desde 2008, pero creo que el resultado final merece la pena. Aunque no podemos olvidar que también se trata de un negocio, el valor añadido que aportamos a las Islas Canarias es notable. Por un lado, evitamos la contaminación de un territorio tan delicado como es el Archipiélago. Por otro, colaboramos con el desarrollo del territorio creando un sector industrial que, hasta este momento, no existía y fomentamos la creación de empleo.

– ¿Cuáles son sus planes de futuro?

– El objetivo final es que en unos cinco años Canarias pueda liderar el ratio de recuperación y reciclaje de productos electrónicos. También nos gustaría, a medio plazo, crear una segunda planta en Gran Canaria. Sería una instalación especializada en los nuevos materiales contaminantes que están apareciendo en la sociedad.

http://www.laopinion.es/sociedad/2011/04/20/queremos-canarias-lidere-cinco-anos-reciclaje-electronica/341130.html

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