Los cetáceos huyen por las pruebas sísmicas del Teide
El Gobierno canario remitirá una queja formal al ejecutivo central
J.Darriba
Las Palmas de Gran Canaria http://www.canarias7.es/articulo.cfm?Id=45258
Los expertos en cetáceos han detectado que los calderones tropicales y delfines mulares del sur de Tenerife se han alejado de su hábitat estos días. Su opinión es que los disparos de aire comprimido usados en el chequeo al Teide están asustando a los animales.
Tanto el Gobierno de Canarias como la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario (Secac) manifestaron ayer su intención de elevar una queja formal al Gobierno de España por permitir una campaña de investigación sísmica en el Lugar de Interés Comunitario (LIC)Punta de la Rasca-Teno, el área de mayor densidad de cetáceos de toda Canarias.
Los expertos han detectado que en los últimos días las poblaciones de calderones tropicales (Globicephala macrorhynchus) se han alejado más de la costa, su hábitat natural, y se han adentrado cinco o seis millas. En cuanto a los delfines mulares (Tursiops truncatus), «parece que hayan desaparecido durante tres días», asegura Vidal Martín, presidente de la Secac.
La literatura científica ha constatado numerosos casos en los que el disparo de burbujas de aire comprimido ha provocado auténticas estampidas en el mar. De hecho, la hipótesis sobre la muerte de los zifios que ha desarrollado la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) parte de este principio:los animales entran en estado de pánico y huyen de la fuente de contaminación acústica rompiendo su patrón de buceo. Eso los lleva a una situación crítica que es la enfermedad de la descompresión. Este estado resulta letal para los zifios pero hay otras especies que presentar una mayor resistencia al daño, como pudieran ser los cachalotes o los calderones.
Críticas. El director general del Medio Natural del Gobierno de Canarias, Juan Carlos Moreno, expresó ayer su malestar al respecto. «Al menos deberían tener la consideración de informarnos porque es un LIC, se trata de una zona sensible por los cetáceos y no quiero ni imaginar qué podría pasar si ahora apareciera un animal varado», expuso, «parece que lo han hecho con esa actitud vieja que venía desde la Península».
Moreno aseguró que iba a recopilar toda la información al respecto y que «haremos una queja formal al Ministerio que lo está llevando a cabo».
Las quejas sobre las prospecciones que desarrolla el buque Hespérides en el sur de Tenerife también van a llegar a Bruselas. El presidente de la Secac adelantó que hoy enviará sendas cartas de queja al Ministerio de Medio Ambiente y la Unión Europea por la activación de «una fuente de sonido intensa en un área marina protegida».
«No es de recibo que se hagan estas pruebas en la zona de mayor densidad de cetáceos de Canarias, donde hay una población de calderones enorme a sólo dos millas». En este punto de la Isla hay grandes cañones submarinos que, al parecer, constituyen el hábitat del calamar gigante, del que se alimentan los grandes cetáceos.
Los expertos han detectado que en los últimos días las poblaciones de calderones tropicales (Globicephala macrorhynchus) se han alejado más de la costa, su hábitat natural, y se han adentrado cinco o seis millas. En cuanto a los delfines mulares (Tursiops truncatus), «parece que hayan desaparecido durante tres días», asegura Vidal Martín, presidente de la Secac.
La literatura científica ha constatado numerosos casos en los que el disparo de burbujas de aire comprimido ha provocado auténticas estampidas en el mar. De hecho, la hipótesis sobre la muerte de los zifios que ha desarrollado la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) parte de este principio:los animales entran en estado de pánico y huyen de la fuente de contaminación acústica rompiendo su patrón de buceo. Eso los lleva a una situación crítica que es la enfermedad de la descompresión. Este estado resulta letal para los zifios pero hay otras especies que presentar una mayor resistencia al daño, como pudieran ser los cachalotes o los calderones.
Críticas. El director general del Medio Natural del Gobierno de Canarias, Juan Carlos Moreno, expresó ayer su malestar al respecto. «Al menos deberían tener la consideración de informarnos porque es un LIC, se trata de una zona sensible por los cetáceos y no quiero ni imaginar qué podría pasar si ahora apareciera un animal varado», expuso, «parece que lo han hecho con esa actitud vieja que venía desde la Península».
Moreno aseguró que iba a recopilar toda la información al respecto y que «haremos una queja formal al Ministerio que lo está llevando a cabo».
Las quejas sobre las prospecciones que desarrolla el buque Hespérides en el sur de Tenerife también van a llegar a Bruselas. El presidente de la Secac adelantó que hoy enviará sendas cartas de queja al Ministerio de Medio Ambiente y la Unión Europea por la activación de «una fuente de sonido intensa en un área marina protegida».
«No es de recibo que se hagan estas pruebas en la zona de mayor densidad de cetáceos de Canarias, donde hay una población de calderones enorme a sólo dos millas». En este punto de la Isla hay grandes cañones submarinos que, al parecer, constituyen el hábitat del calamar gigante, del que se alimentan los grandes cetáceos.
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