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El consumo eléctrico cayó durante el apagón un 2,5% por debajo de la demanda prevista

 http://www.portaldelmedioambiente.com/html/gestor_noticias/vernoticia.asp?id=6609
2 feb (El Mundo)20070201174030-arton6512.png
Según el presidente de REE, Luis Atienza, la situación fue "gestionada perfectamente con los procedimientos ordinarios" sin que hiciera falta recurrir al plan de alerta previsto por la compañía.

El Gobierno, a través de Medio Ambiente, y REE estuvieron en contacto constante para controlar que la bajada y la súbita de consumo no provocara una caída de la red.

La empresa, que actúa como gestor técnico del sistema eléctrico y vela por el equilibrio entre demanda y oferta de electricidad, había diseñado un protocolo de actuación para poder afrontar una caída de la tensión de hasta tres veces mayor de la prevista.

Los datos de Unión Fenosa, única eléctrica en sumarse a la iniciativa, indican que la demanda cayó un 1%. Antes del apagón se contabilizaron 5.750 megavatios/hora (MWh), mientras que a las 20.00 horas se registró una demanda de 5.690 MWh.

La caída tuvo lugar, principalmente, en la Comunidad de Madrid, Galicia, Castilla-La Mancha y Castilla y León.

Numerosas adhesiones a la iniciativa
Monumentos y lugares emblemáticos, como la Puerta de Alcalá en Madrid, la Giralda de Sevilla, la Mezquita de Córdoba, la Sagrada Familia de Barcelona, la Alhambra de Granada, el Kursaal de San Sebastián o la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia quedaron a oscuras durante cinco minutos, periodo que aprovecharon también numerosos comercios para adelantar el cierre y sumarse a la iniciativa.
El Gobierno secundó el apagón a través del Ministerio de Medio Ambiente. También se adhirieron los departamentos de Cultura, Agricultura, Trabajo y Fomento.

Entre las instituciones que se sumaron figuran asimismo la Generalitat de Valencia y la Xunta de Galicia, que apagaron las luces de sus edificios, y ayuntamientos como el de Barcelona, que dejó sin luz la fachada del consistorio, y el de Bilbao, que hizo lo mismo con cuatro lugares emblemáticos, entre ellos la plaza del Sagrado Corazón.

Iniciativas similares adoptaron los ayuntamientos de La Coruña, Palma de Mallorca, Valencia, Pamplona, Vigo o Zaragoza, así como muchas consejerías de los Gobiernos autonómicos, entre ellos los de Madrid, Baleares o Andalucía.

También se unieron los principales partidos políticos, incluidos el PSOE y el PP.

Poco seguimiento en el resto de Europa


La Torre Eiffel, a oscuras. (Foto: AP)
Los ciudadanos de Londres, Berlín, Amsterdam, Atenas o Lisboa han acogido con poco interés la propuesta ecologista. Incluso en Francia, el país donde surgió la idea, el seguimiento fue menor que en España o en ciudades como Roma o Bruselas.

Durante cinco minutos, la Torre Eiffel se quedó a oscuras. Sus 336 proyectores se unieron a la protesta a la hora prevista. Los responsables técnicos registraron una caída de más del 1% del consumo eléctrico previsto en el país galo.

También la electricidad de las bolas del 'Atomium', en Bruselas, fueron desconectadas durante cinco minutos. Y las luces del Grand Place, el Ayuntamiento de la ciudad y la oficina del primer ministro. Hasta los trenes usaron las luces de emergencia.

En Holanda, sin embargo, el primer ministro desaconsejó el seguimiento de la iniciativa argumentando que podría ocasionar un colapso del sistema eléctrico.

En Roma, por su parte, las autoridades locales tomaron la decisión de que tanto el Coliseo como la Plaza del Campidoglio simbolizaran el respeto de la ciudad por la iniciativa. En Nápoles, el Ayuntamiento de la ciudad permaneció a oscuras en el horario pactado.

 

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