Once de las palmeras canarias que se sacaron de El Lasso ya lucen en el entorno del Teatro

Once de las catorce palmeras canarias cedidas por el Cabildo de Gran Canaria al Ayuntamiento capitalino para el entorno del teatro Pérez Galdós, lucen ya junto a este coliseo tras ser trasplantadas durante todo el día de ayer en una jornada maratoniana. Tal operación contó con el rechazo de colectivos ecologistas y del partido Los Verdes, por considerar que se ha hecho de forma indebida y que se ha condenado a estas palmeras a una "muerte segura". La empresa Jardines Alisios Canarios, contratada por la sociedad municipal Geursa, fue la encargada de realizar el traslado desde el palmeral de El Lasso, propiedad del Cabildo, y su posterior trasplante junto al teatro. Esta empresa ha sido contratada, además, para encargarse del mantenimiento de estas palmeras por un periodo de seis meses. Ayer se trasplantaron sólo once de los catorce ejemplares cedidos por el Cabildo ya que los tres que restan irán ubicados en la plaza trasera del teatro, un espacio en el que irán sillas y pantallas de vídeo para seguir la inauguración del recinto, el próximo 14 de abril. El trasplante de estas tres palmeras está previsto para después de esta fecha. Los ejemplares, de más de 6.000 kilos cada uno, fueron trasplantados después de ser tratados con productos químicos como fungicidas, que evitan las plagas, y enrraizantes, que favorecen la adaptación del árbol al nuevo entorno. Además, el fondo del alcorque donde descansarían las palmeras fue recubierto por turba, que sirve de abono a la planta. PROTOCOLO. Fuentes municipales aseguraron que técnicos del Ayuntamiento supervisaron las operaciones en todo momento y que siempre se cumplió con el protocolo que impone el Gobierno canario para trasladar a este tipo de palmeras. Sin embargo, colectivos de ecologistas y expertos en botánica advierten que el traslado fue incorrecto por varias causas. Uno de los errores más graves que apuntan estos especialistas es que se trasladó a las palmeras sin cubrir el cepellón -raíces y tierra- con escayola, y sin tapar las palmas y el cogollo. El protocolo del Gobierno canario impone, en una orden dictada el año pasado para evitar la propagación del picudo rojo, que el transporte de las palmeras se haga con raíces y cogollos cubiertos. "La mayoría de las palmeras que se trasplantan sin las debidas medidas, como es el caso, mueren a los pocos meses", denunció Rafael Rodríguez, de Los Verdes y biólogo de profesión. Según Rodríguez, mover estas palmeras de una zona libre del picudo como El Lasso, hasta el teatro, en el radio de acción del insecto, "es una irresponsabilidad". El ecologista ve, además, otros inconvenientes en este trasplante. "Lo que ha hecho el Ayuntamiento es desvestir a un santo para vestir a otro", dijo Rodríguez, "así se favorece a ciertos barrios en detrimento de otros, que sufren la paulatina ausencia de políticas municipales". El trasplante de ayer culmina dos semanas de búsqueda de palmeras para el entorno del Galdós, una búsqueda que llevó al Ayuntamiento a intentar arrancar estas plantas, por error, en el municipio de Telde. http://www.laprovincia.es/secciones/noticia.jsp?pNumEjemplar=1383&pIdSeccion=4&pIdNoticia=81514&rand=1175973953710