El Cabildo retira las garzas del parque Ramírez Cerdá y el Ayuntamiento lo desinfecta
El parque está precintado mientras los operarios retiran los excrementos de estas aves, que están siendo reubicadas junto al antiguo cementerio
Si el paseante levanta los ojos estos días hacia las copas de los árboles que jalonan el parque Ramírez Cerdá echará en falta a las “inquilinas” que se servían de sus ramas para hacer de ellas su casa. Y es que desde hace 15 días las garzas que han sido durante años parte del decorado del parque arrecifeño, se están mudando. Más bien las están mudando después de que hace menos de un mes, se hiciera público un informe sanitario que alertaba del grave riesgo para la salud pública que la presencia masiva de estas aves provocaba por la presencia de bacterias dañinas para el hombre, como la salmonella.
Y es que si el paseante da un giro de 180 grados con la vista y la posa en las baldosas del céntrico parque, no tarda en comprobar que los restos de excrementos y plumas de estas aves, convierten en una gymkhana el camino por este lugar pensado para el ocio. Pero esa situación parece que no volverá a repetirse porque el parque, está precintado para su desinfección.
El área de Medio Ambiente del Cabildo lleva unos días trasladando a las garzas hacia un nuevo emplazamiento, cerca de la sede de la Primera Institución, para que sea el Ayuntamiento de Arrecife el que se encargue de desinfectar y limpiar el parque. “Esperamos que en un mes tengamos el parque sin garzas y limpio”, declaraba este lunes el concejal de Jardines y Limpieza, Ubaldo Becerra.
Según explican desde el área de Medio Ambiente, el procedimiento que está llevando a cabo el Cabildo para trasladar las garzas pasa primero por capturar entre 10 y 15 ejemplares, para lo que se están sirviendo de cetreros, y posteriormente trasladarlos a un nuevo emplazamiento arbolado junto al Cabildo, con el fin de que sirvan de reclamo al resto de la población de garzas, que poco a poco irán nidificando y criando pollos en su nueva "casa", causando menos molestias que en un parque tan transitado como el Ramírez Cerdá. Se trata de un proceso lento en el que las aves tienen que cambiar sus hábitos y su lugar habitual de "residencia".
Según el concejal, este mismo lunes ya se veían las copas de los árboles “muy limpias”, por lo que el Ayuntamiento ya se encarga de las tareas de desinfección y limpieza del parque. “Estamos pendientes de recibir las redes con las que cubrir los árboles para evitar que vuelvan”, explicaba el concejal, que ha solicitado al Gobierno de Canarias una “subvención de urgencia”, concedida por la Consejería de Infraestructuras y Turismo por valor de 58.000 euros para proceder, a través de una empresa privada, primero a la desinfección de todo tipo de bacterias provocadas por los excrementos de las aves y en segundo lugar, llevar a cabo una limpieza ecológica, según explicaba Becerra, a base de cáscara de nuez molida, cuarzo y millo para no dañar las baldosas del parque.
En los últimos años la superpoblación de esta especie en el parque ha provocado problemas como malos olores y restos de excrementos que impedían hasta sentarse en los bancos del parque, además de dar un aspecto sucio y dejado a la zona.
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