Greenpeace afirma que las industrias y administraciones entorpecen su labor
Explica Barea que hace apenas un par de años el cambio climático que los ecologistas advertían “parecía un invento nuestro”. Sin embargo, la comunidad científica les ha otorgado la razón. “Se nos tacha de exagerados”, comenta el de Greenpeace, “pero muchas veces nos quedamos cortos”.
Julio Barea, responsable de la campaña sobre contaminación de Greenpeace, que recientemente emitía un informe sobre los “puntos negros” de la contaminación en España, ha hecho referencia concreta al caso canario. Señala, en primer lugar, que los datos que se barajan en el informe, son de carácter estrictamente oficial. Es decir, éstos han sido aportados desde las fuentes competentes en la materia, como el Ministerio de Medio Ambiente. Es por esto que añade que “deben ser tenidos muy en cuenta”.
En dicho informe se recoge que los dos “puntos negros” en el Archipiélago son la refinería de Cepsa en Santa Cruz y la incineradora sita en el municipio palmero de El Paso. En el caso de la refinería, explica el experto que sus principales consecuencias, aparte de fugas accidentales, estriba en su situación. Según diversos estudios epidemiológicos, industrias petroquímicas como ésta causan en la población enfermedades y patologías por la exposición a sustancias químicas tóxicas.
Dichos estudios revelan que el índice de cánceres de esófago, páncreas, laringe, de tiroides y hematológicos, es más elevado entre las poblaciones de zonas de alta industrialización. Es por ello que esperan que, ante estas datos, las autoridades emprendan también estudios epidemiológicos que “pongan sobre la mesa la realidad”, cuenta Barea.
En el caso de la incineradora de El Paso, donde se queman residuos sólidos urbanos, la problemática se concreta en que el 40% de lo incinerado se transforma en cenizas y escorias tóxicas y peligrosas. Así, con la quema de residuos domésticos prácticamente inocuos, se genera un grave problema de gestión de residuos peligrosos. Por otra parte, el proceso de incineración en sí hace que sean emitidas a la atmosféra sustancias que perjudican no solamente al medio ambiente, sino a la salud de las personas.
Las exigencias de Greenpeace al respecto de estos graves problemas de contaminación se resumen en la petición de que se cumpla la ley, en la creación de una agencia para el control de la contaminación, así como en una apuesta clara de las administraciones por las energías renovables, abandonando la dependencia del petróleo.
http://www.sanborondon.info/content/view/2722/49/
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