Agricultura asegura que tiene bajo control los focos de picudo rojo que detectó a las puertas del Guiniguada
CRISTÓBAL PEÑATE El Gobierno de Canarias tiene controlados los focos de picudo rojo que se han localizado en los palmerales del campus universitario de Tafira y Almatriche, por lo que por ahora no se teme que afecte a las palmeras de Santa Brígida, según explicó ayer el director general de Agricultura, Domingo Bueno, que mantuvo una reunión con el alcalde de la villa, Lucas Bravo de Laguna.
A este encuentro asistieron, además de Bueno y Bravo de Laguna, representantes del consistorio y técnicos, tanto del área de Sanidad Vegetal del Ejecutivo autónomo como municipales de Protección Civil y Parques y Jardines. El objetivo: la erradicación de la plaga del coleóptero que acaba con la palmera canaria.
Bueno afirmó que el Gobierno de Canarias está aplicando medidas preventivas para evitar que los focos localizados de picudo rojo afecten a otros palmerales de la Isla. "Estamos adoptando las medidas técnicas precisas para frenar la extensión del picudo, incluso con trampas de feromonas en las palmeras", señaló.
El director general declaró que las medidas preventivas son las únicas válidas para frenar las plagas que pueden exterminar palmerales enteros. "En la isla sólo hemos cortado nueve palmeras, y no todas ellas estaban afectadas por el picudo rojo. Simplemente lo hemos hecho como medida preventiva", afirmó.
El municipio de Santa Brígida cuenta con más de 3.500 palmeras, el 3,61 % del total de las censadas en Gran Canaria. Lucas Bravo de Laguna destacó que en la villa no se ha detectado ningún brote y que se viene trabajando desde hace mucho tiempo en la prevención de esta plaga.
"En la reunión se ha informado sobre los procedimientos de trabajo que está empleando la Consejería para luchar contra el picudo rojo, es una herramienta más para estar alerta y prevenir a la ciudadanía con una línea de información clara y exhaustiva", dijo el alcalde. El director general recordó que hace unos días se detectó un foco en Almatriche y una palmera afectada en el campus universitario de Tafira.
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