FUEGO, FUEGO

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Fantasma tenebroso envuelto en furia
vestido con capa encendida o sin ella
aparecido del remoto sol.
Ilusión efímera que deja santo y seña
llevándose todo, todito lo que besa.
Te haces visible como grito
ardiendo el aire, enllagando la tierra
arrasas mi cachito
mis montañas
mi bosque
mis veredas,
mis lágrimas
que si te sienten, se congelan.
El corazón achicharrado esparce la ceniza por el alma
dejando un reguero de vacío que deja sentir
tu eco chisposo.
Pasa el tiempo
y te sigo oliendo en mi recuerdo.
Estampa de los dignos carbones verticales.
Estás aquí,
en los rincones ignorados del aire
en el olvido de los titulares.

Vives atrapado en mi cabeza
Pasero de suspiros que abrigan impotencia.
Traspasaste los márgenes de mi entendimiento.
¿cómo caminaste tanto sin pies?
¿cómo saltaste tanto asfalto?
¿cómo serpenteaste de barranco en barranco?
¿por qué alzaste tanto tus abrasos?
Me queda un paisaje sepia
Vestido con capa encendida o sin ella
Te vi en Julio del 2007
devorando como loco,
borracho con los vientos de Santiago
sin respeto a los centenarios testigos de la historia y fue cuando caí en la cuenta.
Te he visto antes, mucho antes
sin la capa encendida
silencioso sobre la tierra que me abriga
y sin un dasarmado al que culpar.
Te he visto arrasando tierras cultivadas
violando magníficas vegas,
borrando vidas que se construyeron con sorribas.
Te he visto con la locura
dibujada en tus cejas
acabando con litorales
aniquilando los endemismos de mi tierra.
Te he visto invisible
ardiendo sobre el futuro de los inocentes
anunciando riquezas, prometiendo fortuna
mientras vas dejando cemento y miseria.
Te he visto en las cimas arrasadas
en las montañas aplastadas
en las sepultadas desembocaduras de los barrancos.
Te he visto en la boca de los pregoneros electorales
a guantazos con el sabio del sacho
mofándote de las diosas
que te hicieron presente en el hogar.
Te he visto siempre robando mi bosque
dejando un paisaje geométrico y gris
donde el tiempo no puede hacer empleitas ni tejer traperas en los telares del embustero
que prende llama sin que nadie grite fuego.

Fantasma tenebroso envuelto en furia
Que te aguareces en los despachos.
derritiendo las esquinas de la memoria
expropiando a los evacuados del fuego
de ese fuego que se prende con las leyes del dinero.

Loli Rodríguez Martín

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