Ben Magec exige al Ayuntamiento de Granadilla que destape la verdad sobre el puerto industrial
Tenerife/ El conflicto del proyecto del puerto industrial en Granadilla, junto con el del Plan Hidrológico Nacional, han sido los más importantes de raíz ambiental en la última década a nivel estatal, pero con una diferencia: mientras en éste último hubo importantísimos apoyos de administraciones públicas, el primero ha sido estrictamente llevado por la ciudadanía. También se diferencian en que la Ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, paralizó el Plan Hidrológico cuando llegó al Gobierno como prometió, mientras traicionó a la ciudadanía de Tenerife con el proyecto de Granadilla.
Nos seguimos encontrando, a día de hoy, ante una situación en la que los tres partidos mayoritarios en Canarias van juntos de la mano en la consecución de un proyecto que desde la ciudadanía se sigue afirmando con rotundidad que es absolutamente ilegal.
En este panorama, los movimientos ciudadanos acogimos con gran alegría el que una administración clave en este conflicto, el Ayuntamiento de Granadilla, cambiara radicalmente de cariz político en la últimas elecciones locales, y a su frente se pusiese uno de los escasísimos políticos de los partidos mayoritarios en Canarias que se ha opuesto firmemente al proyecto: Carmen Nieves Gaspar. Esta oposición al proyecto, evidentemente, ha sido causa fundamental del cambio político en ese Ayuntamiento.
Sin embargo, pasado ya más de medio año desde el cambio de alcalde, y a pesar de reuniones mantenidas entre diversas organizaciones ciudadanas con los responsables municipales, desde la Federación ecologista vemos con profunda decepción como el Ayuntamiento no ha hecho las acciones claves que podría realizar para destapar la verdad de este lamentable asunto, siendo la única institución que puede hacerlas. En este sentido, manifestamos nuestro estupor por argumentaciones tales como que el Ayuntamiento no tiene competencias para frenar el proyecto, o que en el pacto no fue recogido este tema, ya que el PP además, discrepa de esta cuestión.
Por contra, exigimos al Ayuntamiento que centre sus actuaciones con respecto al proyecto en la clarificación de su legalidad o ilegalidad (hecho al que obviamente el PP de este municipio no se puede oponer), en cuestiones que harían inviables el proyecto si se demostraran, como por ejemplo, si el proyecto tiene o no tiene alternativas (ya sean en Santa Cruz, en otro lugar de la Isla o en el propio litoral de Granadilla); cómo es posible que un trámite imprescindible para la aprobación del proyecto como es la Declaración de impacto ambiental del Ministerio de Medio Ambiente diga justamente lo contrario al Dictamen de la Comisión Europea (que no hay afección a los LICs ni a las especies protegidas); o como es posible que dicha Declaración de impacto exija que se debe trasplantar el doble de sebadal afectado por el proyecto a la zona de Teno y Sardina del Norte (Gran Canaria), cuando todos los especialistas en estas cuestiones manifiestan que este trasplante es totalmente inviable.
Por último, desde la Federación ecologista queremos manifestar que, en el caso de que estas obras comiencen, el Ayuntamiento de Granadilla será co-responsable por no haber querido investigar la verdad que se esconde detrás de la aprobación oficial de esta lamentable mentira llamada puerto de Granadilla.
En este panorama, los movimientos ciudadanos acogimos con gran alegría el que una administración clave en este conflicto, el Ayuntamiento de Granadilla, cambiara radicalmente de cariz político en la últimas elecciones locales, y a su frente se pusiese uno de los escasísimos políticos de los partidos mayoritarios en Canarias que se ha opuesto firmemente al proyecto: Carmen Nieves Gaspar. Esta oposición al proyecto, evidentemente, ha sido causa fundamental del cambio político en ese Ayuntamiento.
Sin embargo, pasado ya más de medio año desde el cambio de alcalde, y a pesar de reuniones mantenidas entre diversas organizaciones ciudadanas con los responsables municipales, desde la Federación ecologista vemos con profunda decepción como el Ayuntamiento no ha hecho las acciones claves que podría realizar para destapar la verdad de este lamentable asunto, siendo la única institución que puede hacerlas. En este sentido, manifestamos nuestro estupor por argumentaciones tales como que el Ayuntamiento no tiene competencias para frenar el proyecto, o que en el pacto no fue recogido este tema, ya que el PP además, discrepa de esta cuestión.
Por contra, exigimos al Ayuntamiento que centre sus actuaciones con respecto al proyecto en la clarificación de su legalidad o ilegalidad (hecho al que obviamente el PP de este municipio no se puede oponer), en cuestiones que harían inviables el proyecto si se demostraran, como por ejemplo, si el proyecto tiene o no tiene alternativas (ya sean en Santa Cruz, en otro lugar de la Isla o en el propio litoral de Granadilla); cómo es posible que un trámite imprescindible para la aprobación del proyecto como es la Declaración de impacto ambiental del Ministerio de Medio Ambiente diga justamente lo contrario al Dictamen de la Comisión Europea (que no hay afección a los LICs ni a las especies protegidas); o como es posible que dicha Declaración de impacto exija que se debe trasplantar el doble de sebadal afectado por el proyecto a la zona de Teno y Sardina del Norte (Gran Canaria), cuando todos los especialistas en estas cuestiones manifiestan que este trasplante es totalmente inviable.
Por último, desde la Federación ecologista queremos manifestar que, en el caso de que estas obras comiencen, el Ayuntamiento de Granadilla será co-responsable por no haber querido investigar la verdad que se esconde detrás de la aprobación oficial de esta lamentable mentira llamada puerto de Granadilla.
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