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El 66% de las ayudas del gran incendio han sido denegadas

El 66% de las ayudas del gran incendio han sido denegadas

Gaumet Florido
Las Palmas de Gran Canaria

El pinar ardió como nunca hace dos años, pero, hasta cierto punto, el incendio es un mal típico del monte y la vida se abre siempre camino. La masa forestal de Gran Canaria evoluciona hoy día favorablemente. Quien no lo hace es el hombre, los afectados, en los que aún humean las brasas del fuego.

A los pocos meses del incendio del verano de 2007, el mayor que se recuerda en Gran Canaria y que se inició poco después del mediodía de un día como hoy, 27 de julio, despuntaban pequeños brotes verdes en los pinos quemados de Inagua, las palmeras que sobrevivieron, que fueron mayoría, no tardaron en renovar sus penachos por más que les colgasen ramas ennegrecidas y hasta el pinzón, el ave más delicada de los paisajes de la Isla, buscó refugio en la Cumbre, más allá de su hábitat natural, para escapar de las llamas. Pero todavía hoy, dos años después, la burocracia y la falta de ayudas tienen a Cleto, a sus 82 bien llevados años, durmiendo en un garaje de El Juncal, en Tejeda. Y Germano se cortó la cara con una rocaflex apurando arreglos en la casa que levantó sobre la que el fuego le redujo a cenizas en Ayagaures.


Las llamas de aquel incendio arrasaron más de 19.000 hectáreas, 8.000 de ellas boscosas, quemaron más de 100 viviendas, destruyeron cultivos y ganaderías enteras y obligaron a evacuar a miles de personas en los cinco días en los que deambuló por el monte, pero lo peor es que todavía hoy arden brasas en muchos afectados. En los caseríos más dañados, como Ayagaures, aún es fácil toparse con casas a medio arreglar. El pueblo bajo las presas, donde está la iglesia, sigue sin alumbrado público desde entonces. Y en el barranco de Mogán se dejan ver palmeras y otros árboles doblados por el fuego.
A los afectados les duele que las autoridades estuvieran prestas para las fotos y que ahora les dejen tirados a merced del papeleo. Las ayudas, siempre muy escasas, les dieron apenas para los cimientos. Y una mayoría ni las recibieron. El Estado es el que peor nota se lleva. De las 224 solicitudes que recibió, 148 fueron denegadas. «Cualquier excusa les fue válida para echar para atrás la petición», cuenta Gustavo Rodríguez, presidente de la plataforma de afectados Más Nunca.
Y dos años después el supuesto autor del incendio, JuanAntonio Navarro, sigue en prisión provisional, pendiente de juicio. Le tocaba salir estos días, pero el fiscal pidió otra prórroga y el juez le dio la razón. En la sala no sólo habrá que fijar la responsabilidad del pirómano. También habrá que determinar quién asume el pago de tanto daño. El supuesto culpable es insolvente.

http://www.canarias7.es/articulo.cfm?Id=136405

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